
Celia ha cumplido treinta años y han pasado más de cinco desde que terminó su última relación de pareja; cuando decidió escribir este libro, en el que cuenta su periplo sentimental en los últimos tiempos, se preguntaba dónde estaba el fallo. Su terapia ha sido escribir cada historia, un total de veintisiete – desastrosas, tristes, y locas, pero siempre basadas en hechos reales – y sacar de cada una un aprendizaje; de algunas de ellas, lo mejor es la receta que probaron juntos y de esa manera – con la alegría y positividad que le caracterizan – ha logrado obtener recuerdos inevitablemente deliciosos.
Si en alguna ocasión has sufrido algún que otro desencuentro amoroso – si no es asi, no sé si darte la enhorabuena o creer que eres de otro planeta – podrás sentirte identificad@ con más de un episodio, en el que te pondrás en la piel de Celia y llorarás, reirás y recordarás a alguien con quien pasaste una situación similar.
Ella es una chica normal que vive en Madrid – algunas de las historias se desarrollan en Malasaña, así que seguro que más de un lugar te resulta familiar – a la que le gusta viajar y que vive el amor con naturalidad, sin conformarse con medias tintas y que a través de cada una de las experiencias vividas, aprende lecciones que aunque a veces supongan tener que decir adiós, siempre ayudan a reforzar su amor propio, lo más importante en mi opinión para enamorarse de verdad y de manera 100% real.
Para mí es mucho más que un libro de anécdotas, es más incluso que un libro de recetas cargadas de amor – por cierto, explicadas de manera muy sencilla y práctica en las que ofrece opciones variadas, atendiendo a diferentes tipos de alimentación – «Mujer soltera cocinera busca», a pesar de estar cargado de humor y una manera de escribir sencilla y ágil, es un libro repleto de filosofía, pero sin ser pedante ni intenso, de música (muy afín a mi gusto, debo decir) y de positividad, pero sin dibujar mundos con nubes de algodón y lluvia de pétalos de rosa.
Celia no es solo mujer, ni es solo cocinera, ni es solo soltera; Celia es un compendio de muchas cosas, de cero etiquetas y con una vida por delante que espero invite a que siga escribiendo y mostrando su particular visión del mundo a través de las letras, los sabores y sus simpáticas ilustraciones.