ECONOMÍA FEMINISTA: Las mujeres, el trabajo y el amor
AUTORA: Mercedes D´Alessandro
EDITORIAL: S.A. Ediciones B (Penguin Random House)
240 páginas, tapa blanda
«Las mujeres, la mitad de la población mundial, hoy son minoría en todos los ámbitos en los que se toman decisiones de peso. Disputar estos lugares implica transformar el modo en el que hemos pensado el rol de la mujer en toda la historia pasada. Es un cambio muy profundo… que ya comenzó y que es irreversible. La economía feminista es revolucionaria o no es, porque no se puede conseguir igualdad en un mundo de opresión, porque no hay igualdad en un mundo de pobreza, porque no hay igualdad en un mundo de explotación.»
Mercedes D’Alessandro
Antes de comenzar a hacer la reseña de este libro, voy a confesaros algo: me dedico de manera profesional al mundo de las redes sociales, por lo que paso mucho más tiempo del que desearía en ellas. Una de las ventajas que le encuentro a esta profesión es que te da la oportunidad de leer sobre muchos temas y uno de los que más llama mi atención es el feminismo. Me he dado cuenta de que dependiendo de la generación a la que pertenezcas, el feminismo se entiende de muy diferentes maneras y muchas veces a mí me cuesta asimilar ciertas cosas. No creo que esto sea malo, pero tengo 37 años y de la misma manera que cuando hablo con mi madre de ciertas cosas sobre este tema parece que estamos a años luz, cuando veo opiniones sobre el feminismo de mujeres más jóvenes que yo, a veces me cuesta entenderlo.
Os pongo un ejemplo: mi madre tiene más de 70 años. Pertenece a esa generación española en la que cuando una mujer se casaba y tenía hijos, por lo general, dejaba de trabajar fuera de casa y se dedicaba íntegramente al cuidado familiar y del hogar. Así lo hicieron la gran mayoría de las mujeres de los amigos de mi padre, pero ella siguió trabajando hasta la edad de la jubilación, compaginando su trabajo en el hospital con el de casa. Para mí, mi madre es una gran ejemplo de feminismo, aunque a veces a mi hermana y a mí trate de explicarnos cómo se plancha bien una camisa de hombre para cuando nuestros novios tengan de ponerse traje. Cuando yo era más jovencita, cada vez que me decía este tipo de cosas, ponía el grito en el cielo, pero con el tiempo descubrí que la diferencia generacional es un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de hablar de feminismo: a mi madre le educaron de una manera totalmente diferente y por eso para mí tiene tanto mérito que no se dejase llevar por lo que su entorno marcaba y decidiese continuar trabajando para mantener su independencia económica, algo que nos ha tratado de inculcar toda la vida.
Un día en Twitter empecé a leer sobre el libro «Economía feminista» y me pareció que podía ser una lectura muy interesante por varias razones: la primera, porque está escrito por Mercedes D´Alessandro, experta en economía – trabaja en la divulgación económica participando en medios escritos, radio y televisión, ha dado clases en la Universidad de Buenos Aires durante más de quince años (principalmente sobre Epistemología de la Economía, donde dirigió varios grupos de investigación y publicaciones), ha sido directora de la carrera de Economía Política de la Universidad Nacional de General Sarmiento y en el año 2015 lanzó el sitio «Economía Femini(s)ta», un lugar donde discutir temas de economía con perspectiva de género – y la segunda, porque este libro se basa en evidencias estadísticas, cuestionando la economía como ciencia y planteando nuevas visiones sobre la desigualdad y la pobreza, tratando a la vez de aportar ideas y sugerencias para construir una sociedad más justa e igualitaria.
No os voy a negar que tuve mis dudas acerca de si terminaría este libro, porque me temía que podía hacerse un poco denso para alguien como yo, una gran desconocedora de temas económicos, pero nada más lejos de la realidad: D´Alessandro consigue que cada capítulo, dividido cada uno en diferentes apartados, resulte muy sencillo de entender, explicando todo paso a paso, de tal manera que al ver los gráficos y las estadísticas, todo te resulta claro y comprensible (incluso para quienes, como yo, odiábamos este tipo de asignaturas en la universidad).
«Economía feminista» ha sido para mí esa clase de lectura que no solo me ha hecho reflexionar acerca de muchos temas que desconocía por completo, sino que también ha logrado que de cada capítulo haya aprendido algo, que me haya gustado hablarlo con amigos para ver los diferentes puntos de vista y sobre todo, darme cuenta de lo poco informados que estamos sobre muchos temas.
No es un libro para leer en una tarde: dedícale a cada capítulo el tiempo que se merece, no pases de largo los gráficos, que te ayudarán a entender todo mucho mejor y reflexiona, sobre todo REFLEXIONA, porque desgraciadamente este tipo de libros siguen siendo necesarios porque vivimos en una sociedad muy poco igualitaria.
Conceptos como la brecha salarial, el trabajo no remunerado, el papel de la maternidad, la feminización de la pobreza y ese maldito techo de cristal al que nos enfrentamos en nuestro día a día las mujeres en la sociedad, son algunos de los temas que encontraréis en este libro. «Economía feminista» no busca el aplauso fácil ni se basa en frases y conceptos ya hechos (y esto lo aclaro porque últimamente, al menos en España, se están publicando libros de personas que hablan sobre este tema basándose en obviedades y que no aportan absolutamente nada, a pesar de encontrarse dentro de la lista de los más vendidos).
Una lectura muy interesante y recomendable sobre un tema que nos afecta a todos.