“Cicatriz”
Autora: Sara Mesa
Editorial: Anagrama
Tapa blanda con solapa, 194 páginas
«Es justo en lo privado, en lo más íntimo de cada uno de nosotros, donde hay que combatir la dejadez, la pasividad y la indolencia».
Sara Mesa, «Cicatriz».
Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de los setecientos kilómetros que los separan, establece con él una particular relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede evitar sentirse fascinada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda norma social y que la corteja a través de suntuosos regalos robados. «Le gustaba ir siempre bien vestido, incluso para ir a robar una simple lata de conservas. Tan joven y hablando de escritores del siglo XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el individuo y el grupo, y la hipocresía social, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Solía decir que no hay placer comparable a pensar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era simplemente… exhaustivo». Su necesidad de poner distancia cuando Knut se vuelve demasiado absorbente, pero también su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir experiencias más allá de una existencia excesivamente reglada, llevarán a Sonia a una doble vida secreta en la que quedará atrapada durante años sin posibilidad de exculparse.
En esta inusitada historia, Sara Mesa recupera temas que ya aparecieron en sus primeras novela narrativas, dándoles forma a través de un estilo conciso y eléctrico en un mundo – frío, escasamente comunicativo – cuyas reglas establecen únicamente los propios personajes que lo habitan. Cicatriz no es solo una inquietante historia de amor descompensado protagonizada por dos seres muy distintos pero a la vez complementarios, es también una reflexión sobre la sociedad de consumo y los robos a gran escala en los grandes almacenes, la sumisión y el poder, la anulación del deseo y la carnalidad, el refugio de la infancia, la fantasía como alternativa, la culpa y la expiación, la escritura y la vocación literaria.
La autora de la celebrada «Cuatro por cuatro» (que fue finalista del Premio Herralde de Novela) se confirma con Cicatriz como una de las voces más singulares e imprescindibles de su generación.
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Cicatriz te retrotrae a ese momento en el que en internet todavía no existían las redes sociales y en su lugar, a través de un apodo casi siempre un tanto ridículo, entrabas en foros de temáticas que eran afines a tus gustos y mantenías conversaciones con personas a las que no ponías rostro pero con las que podías hablar y fantasear durante días sobre qué apariencia tendrían, si resultarían tan interesantes en persona, cómo sería una cita con ellas… La historia de Sonia y de Knut empieza así, como tantas otras, hasta convertirse en un cóctel explosivo en el que se combinan sentimientos tan variados como el morbo, la atracción, el rechazo o la toxicidad, una mezcla en la que la dosis de cada una de las emociones va variando a través de los años y generando entre ellos una dependencia enfermiza que les lleva a convertir su relación en algo que no les permite avanzar en sus vidas.
Con una sinceridad desgarradora, Sara Mesa desnuda página a página a cada uno de los protagonistas de tal manera que incluso en las situaciones más extrañas, el lector logra ponerse en la piel de Sonia o de Knut y sentir su inquietud, su deseo, su rechazo y sus ganas de más.
Me pregunto cómo he podido vivir sin Sara Mesa hasta ahora, que ha logrado que mientras leía Cicatriz haya restado horas al sueño («un capítulo más y paro») y me haya olvidado de mi realidad sumergiéndome en esta historia que muestra en estado puro la fragilidad del ser humano. Magnífica e imprescindible.